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Entre los factores no económicos que influyeron en la fase inicial de la modernización de la Argentina se destacaron la unificación de estado y la relativa estabilidad política, que sentaron bases institucionales favorables a la expansión económica del país sudamericano. En la elección presidencial que se celebró en el 1880, el general Julio Argentino Roca venció al otro candidato, Carolos Tejedor, gobernador de la provincia de Buenos Aires, quien se resistió a admitir la legitimidad del Gobierno Roca. Julio Roca dirigió en persona la represión a la rebelión organizada por Carlos Tejedor y consiguió el triunfo, consolidando su posición dominante en el terreno político argentino. En su presidencia, Julio Roca puso en práctica una serie de reformas para acabar la situación en que diversos caudillos coexistían, los federalistas y los centralistas se chocaron mutuamente y tuvieron lugar guerras civiles sucesivamente, estableciendo en una república legítima y verdaderamente unificada. 

Conclusiones finales

En los casi 50 años posteriores a la independencia de la Argentina, en la región rioplatense tuvieron lugar sin cesar los conflictos entre la provincia de Buenos Aires y las demás, los choques entre los centralistas y los federalistas, además de las controversias entre los conservadores y los liberales. La inestabilidad política era un importante obstáculo que impedía el emprendimiento de la modernización. No se emprendió el proceso de la modernización de la Argentina hasta los 60 del siglo XIX, época en que se culminó en cierto grado la unificación del país y que se formó el sentido de identidad nacional. 

El proceso de la modernización inicial de la Argentina fue promovido principalmente por la prosperidad del sector exportador de productos agrícolas y ganaderos. La ventaja comparativa de la Argentina y la gran demanda de los productos primarios permitieron el desarrollo sumamente rápido de la economía argentina. El crecimiento de tierras, inmigrantes, capitales extranjeros y otros elementos económicos, junto con la estabilidad política interna del país, permitieron la expansión del sector exportador de productos primarios. En el sentido inverso, la prosperidad del sector agropecuario también contribuyó en gran medida el desarrollo de las causas económicas, sociales y culturales de la Argentina.

Sin embargo, detrás de la prosperidad también se escondían varios problemas fundamentales que determinarían la crisis interna de la modernización inicial de la Argentina, frente al fuerte golpe causado por la Crisis del 1929.

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